Caminar por la calle mirando de reojo. Para atrás, sospechando de todos. No llevar mas nada en la mochila, la música ahora es sinónimo de vulnerabilidad.
¨Me da tua bicicleta…!¨, me dijo
¨Cómo?, do que estás falando, cara?¨
¨Olha, tou armado.. me da tua bike, já.. celular…¨
¨Celular não tenho¨, mentí. ¨E lá tém gente olhando..¨
Se asustó, no se llevó mi mochila ni celular, pero se perdía mi caballito de hierro en la esquina.
En 33 años sólo llegué a conocer la definición de paranoia. Alguna que otra vez inclusive llegar a pensar que la experimentaba. Pero no.
Increíble, no es miedo, no es falta de confianza. Tal vez una tristeza profunda que seamos todos víctimas de lo que es una sociedad derrumbada.
Ahora es salir a la calle mirando de reojo, desconfiando. No pensé que eso pudiera llegar a pasar alguna vez.
Solo a partir de la primera experiencia de hurto que vengo a conocer lo que se siente ser paranoica.