Conciencia, su conciencia libre de esquizofrenia

“Lo que veo es lo que me gusta, lo que disfruto. No necesito saber mas, otros aspectos.”, dijo.
(De esto hace un tiempo ya.)

Muchas palabras en su “rustic English”, como él mismo lo define, giran en torno a muchas realidades y personalidades en uno solo. En si mismo, en su ser propio.

Ella le puso números a aquella revuelta cósmica, a veces inclusive fascinante, otras perturbadoras, e intrigantes en lento desvanecimiento.
“Muchas veces es mejor no saber”, sin referirse al cotidiano, sino a lo profundo, fueron palabras que pronunció y que en ella ya tienen años de análisis.

“Puedo enseñarte mucho” también le dijo, insistiendo en la elección de cada una de sus palabras para no llegar a ella en tono arrogante.
Ella tiene una infinita dificultad en hacerle entender su conciencia, entanto él, Él, ya tiene una idea definida. Tal vez. Quién sabe. Probablemente equivocada.

Con la esperanza de que el número 5, cuidadosamente definido como el auténtico, abierto y sin aquella gigantesca necesidad de autoprotección, sea aquel con el que brinde con una cerveza, tal vez se anime a preguntarle lo que realmente quiere saber.

Las piezas del rompecabezas hasta ahora mas complejo, se van encontrando de a poco, se van armando. Inclusive siendo un rompecabezas en movimiento, inclusive siendo definido por algunos como un “little monster”, ella tiene la “ilusión”, tal vez la casi certeza, que no lo es.

Veremos.